El punto de inflexión en la evolución del Islam
Posted: January 20th, 2015 | Author: Domingo | Filed under: Apropos of | Tags: Averroes, Avicena, Casa Sa'ūd, El Corán, Hans Küng, Ibn 'Arabi, Ibn Taimiya, Islam, Islam legalista, Islam sunní, madrasa, Renacimiento, sunna, ulema, Wahhabismo | 2 Comentarios »Hace unos días me decía un buen amigo: “Bueno, y si la sociedad islámica en torno al año 1.000 era mucho más avanzada intelectualmente que la sociedad cristiana escolástica; si los pensadores que destacaban en aquel momento eran árabes tales como el filósofo y matemático cordobés Averroes, o el médico Avicena… ¿qué ocurrió para que todo aquello se viniera abajo? ¿Por qué el islam parece que se quedó anclado en aquellos lejanos tiempos medievales?”
Mi contestación fue directamente remitirle a lo expuesto por Hans Küng en su excepcional libro El Islam:
“Uno de los efectos secundarios de la conquista de Constantinopla por los turcos (1453) es la huida de Bizancio a Italia de numerosos eruditos griegos. Naturalmente nadie podía sospechar entonces qué consecuencias tendría para la historia mundial el hecho de que el hasta entonces tan avanzado islam perdiera ya a finales de la Edad Media el contacto cultural con el humanismo europeo.
El islam permanecerá ajeno en gran medida al nuevo giro hacia el individuo, la libertad, la naturaleza que se produce principalmente en el Renacimiento. Desde el punto de vista intelectual, el islam quedará en los siglos subsiguientes anclado al paradigma medieval de ulemas y sufíes.
Los tradicionalistas obsesionados con el Corán y la sunna se hacen con las riendas. El islam de la razón de filósofos y pensadores, quienes desean interpretar el Corán y la sunna sobre una base racional, no logra hacerse un sitio junto al islam legalista de los ulemas, que se concentra en la fidelidad a la šari’a, y el islam místico de los sufíes. Para ello este islam de la razón tendría que haberse institucionalizado como los otros… no sólo en un academia de las ciencias, como la que se creó en Bagdad, sino en las influyentes madrasas. No obstante, éstas no permitieron que en ellas entrara la filosofía racional y, en parte, tampoco la teología. No son Averroes y la filosofía racional, ni tampoco Ibn ‘Arabi y la mística, sino Ibn Taimiya y el tradicionalismo, quienes hacen historia en el islam sunní. A él se remitirán los fundamentalistas de todos los siglos posteriores. Entre éstos se cuenta en el siglo XVIII Ibn ‘Abd al-Wahhād, cuyo puritano “wahhabismo” se convierte en la ideología de la casa Sa’ūd que, a finales del siglo XIX y principios del XX, combate el dominio otomano sobre Arabia y finalmente establece el reino de Arabia Saudí.”
A modo de conclusión, otra reflexión de Küng en su libro: “La historia mundial tal vez no se decide sólo en los campos de batalla, sino también en los cuartos y estudios de los pensadores, inventores, ingenieros y artistas, así como en las escuelas básicas, medias y superiores”.
Food for thought que dirían en la pérfida Albión.
Querido Domingo:
Creo que, entre otras cuestiones, al Islam le ha faltado una Enciclopedia, una Ilustración y la actividad de sociedades iniciáticas que combatieran el fanatismo religioso monoteísta y la teocracia. Es un contrapeso necesario ya que en cierto modo, aunque con matices, todos los monoteísmos tienden a imponer los planteamientos teocráticos y a reprimir la libertad de conciencia, opinión, expresión y de cátedra. Y si aceptan la libertad religiosa es porque no les queda más remedio.
Nuestro Ibn Abentofail, ya lo comprendió y explicó muy bien en El filósofo autodidacto.
No sé si viste un texto que publiqué hace unos días sobre el extraño atentado de París que tan bien le ha venido a algunos.
http://alfonsodelavega.com/?p=14967
Creo que la “única” solución no es la perversión del llamado multiculturalismo, sino un laicismo público respetuoso con las creencias siempre que no vayan contra las leyes o los derechos civiles. Eso asociado a la información y educación sobre lo numinoso.
Muchas gracias, Alfonso, por el comentario, la referencia del libro de Abentofail y el enlace. Todo un lujo.