De cerca, nadie es normal

Free, Chris Anderson

Posted: October 26th, 2010 | Author: | Filed under: Book Summaries, Internet | Tags: , , | 5 Comentarios »

Arañando horas de aquí y allá, y es que uno ya no disfruta de tanto tiempo libre como le gustaría afortunadamente, terminé de leer hace unas semanas el libro Free de Chris Anderson; para los que nos dedicamos a esto de Internet y como dirían los modernos actuales, es un must.

Sin demorar mucho la entrada en faena, comentar que para Anderson el concepto de gratuidad adquiere una nueva dimensión en el siglo XXI, aquélla que se caracteriza por una novedosa capacidad de reducir los costes de bienes y servicios prácticamente a cero. A diferencia de la economía tradicional o de los átomos determinada por su carácter inflacionista diacrónico, en la economía digital o de los bits las cosas tienden hacia un coste cero. Cualquier elemento gratuito en la economía tradicional ha de abonarse de una u otra manera tarde o temprano, mientras que en la economía digital esa gratuidad puede ser de facto.

Desde su punto de vista los modelos de gratuidad tienden a caer dentro de cuatro categorías:

1.- Modelo directo de subvención cruzada: en este entorno es gratuito cualquier producto que te lleve a pagar por algo más.

2.- El mercado de terceros: en este modelo son gratuitos los contenidos, los servicios, el software, etc. para cualquier persona y un tercero paga por participar en un mercado creado por un libre intercambio entre dos partes. El caso más evidente se encuentra en la prensa. Los editores de periódicos o revistas cobran una mínima parte del coste real de crear, imprimir y distribuir sus productos. Su modelo no es vender periódicos y revistas a los lectores, sino lectores a los anunciantes.

3. Freemium: en este modelo los usuarios básicos son los que disfrutan de los elementos gratuitos. Mientras que los usuarios de pago disfrutan de una versión especial profesional de algún sitio o software, por ejemplo, con muchas más características y funcionalidades que la versión gratuita.

En el caso del modelo freemium la proporción habitual que un sitio web tiene de clientes de pago es el del 5%. Esto quiere decir que por cada usuario que paga por acceder a la versión especial del sitio, otros 19 disfrutan de la versión gratuita. ¿Y cómo es posible que pueda funcionar esto? Principalmente porque en la economía digital el coste de dar servicio a los 19 usuarios gratuitos es tendente a cero.

Tal vez las dos empresas que más claramente explotan este modelo sean Google y Softonic. La primera de ellas ofrece hoy casi un centenar de productos prácticamente gratuitos: software de edición de fotos, procesadores de texto, hojas de cálculo, mapas… Da mucho a cambio de generar dinero de un puñado de productos clave. La cuestión es conseguir atrapar al usuario y, una vez conseguido, es muy probable que éste acabe usando alguno de los pocos productos de pago de Google. Por otro lado, Softonic es el segundo mayor portal de descargas a nivel mundial. Tiene cerca de 65 millones de usuarios únicos y no paga nada por generar este tráfico. El secreto de su éxito: sus descargas son gratuitas. No obstante, un nímio 0,8% de sus usuarios prefieren un servicio de pago facilitado por Softonic que garantiza descargas rápidas, fiables y libres de virus. Esta mínima parte de su audiencia genera más de 5 millones de euros anualmente.

4. Mercados no monetarios: en estos mercados es gratuito todo aquello que la gente esté dispuesta a dar sin tener ninguna expectativa de recibir algo a cambio. Cualquier persona puede disfrutar de estos elementos gratuitos.

Anderson añade que los tres motores que impulsan realmente el concepto de gratuidad son tecnologías de procesamiento, almacenamiento y de ancho de banda más rápidas, mejores y más baratas respectivamente. En un mundo en el que los precios no paran de subir, el coste de cualquier elemento montado sobre estos tres pilares tecnológicos siempre tenderá a disminuir hasta que se encuentre lo más cercano posible a cero. Internet combina estos tres factores pudiéndose afirmar que la tasa de deflación anual neta del mundo online es cercana al 50%; es decir, lo que cuesta a día de hoy reproducir online un vídeo en Youtube, costará la mitad en un año.

A un precio cero la demanda de un producto es muchísimo más alta que con un precio bajo. Si se ofrece gratuitamente un producto, es muy probable que entre en una espiral de viralidad muy recomendable para que sea conocido por todo el mundo (algo muy adecuado para aquellas organizaciones interesadas en captar la atención más que en generar ingresos, que ya vendrán con posterioridad y por añadidura); cobra unos cuantos céntimos por dicho producto y entrarás entonces en una dinámica totalmente diferente: una lucha encarnizada por conseguir un cliente.

Mientras que la industria de los videojuegos es la que más rápidamente se está adaptando a este modelo gratuito mediante la venta de objetos virtuales que pueden utilizar sus usuarios en sus juegos, suscripciones, publicidad o simplemente comercialización de productos relacionados, la industria de la música no termina de aceptar que no hay vuelta atrás. Aún son pocos los artistas capaces de aprehender el valor de alcanzar una mayor audiencia a través de la gratuidad y que una gran parte de esa audiencia se convertirá un día en clientes dispuestos a pagar bien por ir a un concierto, una camiseta o incluso comprar un CD de su grupo. Como ya dijo Bronfman, presidente de Warner Music en 2007, mientras la industria musical está creciendo, la industria discográfica está menguando.

Por último, según Anderson, hacer dinero en torno al concepto de gratuidad, en particular cuando no se tienen millones de usuarios e incluso cuando se tienen, es una cuestión de pensamiento creativo y constante experimentación. La red se construye principalmente sobre dos unidades no monetarias: la atención (tráfico) y la reputación (enlaces). Ambos parámetros se benefician enormemente de contenidos y servicios gratuitos. No obstante, los empresarios actuales de la red han de inventarse no sólo productos que les encanten a la gente y sean gratuitos sino también productos por los que los usuarios estarían dispuestos a pagar. Lo gratuito puede ser el mejor precio pero no puede ser el único para el sostenimiento de una empresa.


5 Comments on “Free, Chris Anderson”

  1. 1 Luis said at 8:41 am on October 27th, 2010:

    Lo que se está convirtiendo en un “must” es tu blog 🙂

    Gracias por poner en practica el concepto “free” y acercarnos síntesis como esta. Realmente no tiene precio.

    Un saludo.

  2. 2 Domingo said at 8:51 am on October 27th, 2010:

    Muchas gracias, Luis, por tu felicitación.

    Un abrazo.

  3. 3 Marcelo said at 8:43 pm on October 27th, 2010:

    Querido domingo, sentado en el sitio en el cual mas y mejor se piensa he disfrutado del articulo. :))

    Alguna idea saldrá de el !!

    Un fuerte abrazo
    Marcelo

  4. 4 Domingo said at 11:11 pm on October 27th, 2010:

    Muchas gracias, Marcelo, por tu felicitación y es una gran alegría poder haber aportado alguna idea.

    Un fuerte abrazo.