Innovación + diversión: el cocktail de IDEO

Es un libro que ya tiene sus años pero no por ello The Art of Innovation de Tom Kelley, director general de IDEO, deja de insuflar ese soplo de aire fresco asociado con la creatividad, la innovación y, como no, la diversión en el trabajo.

Ahora que está tan de moda hablar de lean start-up (incluso en el último número de mayo de Harvard Business Review hay un artículo sobre ello), ya en 2001 Tom Kelley exponía en el libro arriba mencionado ese procedimiento de fabricación iterativa de prototipos a fin de, a base de múltiples pruebas y errores, conseguir dar con la solución ansiada.

Para el autor los elementos fundamentales de la innovación son el prototipado, el brainstorming y la observación; mientras que por otro lado los dos mayores obstáculos para dicha innovación son un modo de pensar corporativo y un ansia excesiva de perfección. Innovar significa ser flexibles, romper esquemas, asumir riesgos que, si no se asumen, es muy poco probable que se alcance el éxito.

La metodología de trabajo que sigue IDEO en sus proyectos de innovación se compone de cinco fases:

1.- Comprensión del mercado, el cliente, la tecnología y las posibles limitaciones.

2.- Observación de las personas y sus comportamientos en situaciones reales.

3.- Visualización de los nuevos conceptos y los clientes que los usarán. Para Kelley es clave ver los productos como “verbos” en el sentido de elementos animados que las personas integrarán en sus vidas. Si se parte de esta premisa, se conseguirá una mejor comprensión de cómo dichas personas utilizan los productos, los espacios y los servicios que se pretenden mejorar.

4.- Evaluar y refinar los prototipos iterativamente, recibiendo información del propio equipo, los clientes objeto y asesores externos no vinculados directamente al proyecto. La fabricación de prototipos es un modo de fragmentar los problemas complejos a fin de hacerlos más asequibles; de avanzar cuando los desafíos parecen imposibles de superar. La realización de prototipos permite asumir riesgos, actuar antes de tener todas las respuestas, equivocarse para con posterioridad fabricar el modelo adecuado.

5.- Implementación del nuevo concepto para su comercialización.

Para el autor una de las herramientas claves en el proceso de innovación es el brainstorming. Esa aportación en tromba de ideas ha de contar con un enfoque bien centrado, con reglas que inciten la imaginación y ayuden a liberar el pensamiento de esquemas mentales prefijados, y con una estructura flexible que permita la construcción y el trabajo sobre las ideas presentadas, al mismo tiempo que el cambio rápido de registro hacia otro enfoque que tal vez aporte más luz o una nueva perspectiva.

Lo que se ha de evitar definitivamente en una sesión de brainstorming, según Kelley, es la imposición de una estructura jerárquica en la que el jefe habla primero, todo el mundo tiene un turno de intervención, sólo pueden participar expertos, hay que hacer un acta de la sesión…

¿Cómo consigue IDEO poner en marcha este método de trabajo? No olvidando nunca la inclusión de la componente lúdica en el lugar de trabajo y principalmente siendo consciente de que la burocracia mata la innovación y la rutina acaba con la inspiración.

Para los que lean el libro, ¡que lo disfruten!