Seth Godin y su vaca púrpura

Hace unos días terminé de leer el libro Purple Cow de Seth Godin. No tiene desperdicio. Unas cuantas ideas sobre las que reflexionar:

1.- La televisión y los medios de comunicación de masas han dejado de ser la panacea para obtener los mejores resultados en cuanto al marketing de producto.

2.- Ocurre muy a menudo que las grandes empresas son compañías asustadas que trabajan a fin de minimizar cualquier cambio, incluyendo las buenas propuestas que surgen cuando la gente se preocupa de crear algo especial.

3.- El mundo ha cambiado: hay muchísimas más opciones que escoger y muchísimo menos tiempo para decidir.

4.- La vieja norma que decía “Crea productos estándares, seguros y combínalos con un gran marketing” ha dado paso a un nuevo adagio “Crea productos sorprendentes que busque la gente adecuada”.

5.- Debes diseñar un producto que sea lo suficientemente extraordinario como para atraer a los early adopters o innovadores, pero al mismo tiempo lo suficientemente flexible y atractivo para que a esos innovadores  les resulte fácil propagar la idea al resto de la curva de consumidores.

6.-  No pretendas hacer un producto para todo el mundo.

7.-  El modo de llegar a la masa es centrar todas tus energías en un nicho de mercado. Diferencia tus clientes. Encuentra el grupo que sea más rentable y que más probablemente propague tu idea. Del resto, olvídate.

8. El que destaca recibe críticas. El que nunca ha pasado por ese tamiz, finalmente fracasa.

9.- Una vez que has creado un producto realmente extraordinario, el desafio es doble: por un lado explotar ese producto al máximo, y por otro lado crear un entorno en el que sea posible que puedas desarrollar otro producto extraordinario en el momento justo en que los beneficios del primer producto disminuyan.

10.- El verdadero crecimiento acontece con productos que molestan, ofenden, son demasiado caros, demasiado baratos, demasiado complicados, demasiado simples… Demasiado algo.

11.- La vaca púrpura o el esfuerzo por conseguir la singularidad de un producto es simplemente parte de su ciclo de vida. No puedes vivir de ello todo el tiempo: demasiado arriesgado, demasiado caro, demasiado esfuerzo. No obstante, cuando necesites crecer o introducir algo nuevo, ése es el método.