Del Fait ici a botellas de aceite de oliva a 70 dólares

¡Las cosas que aprende uno cuando se mueve y vive por esos mundos más allá de las columnas de Hércules!

A un servidor, curioso por naturaleza, le llamaba la atención el hecho de que en las etiquetas de los alimentos y otros productos no perecederos incorporasen los lugareños de la región, en la que ahora me toca vivir, eso de “Fait ici”.

Al final, terminas por verlo tantas veces que no te queda más remedio que preguntar y me entero de que, en lo que respecta por ejemplo a los productos agrícolas, los habitantes de la zona prefieren comprar los productos de la región, aunque sean más caros, porque así compran de lo suyo, dan dinero a los suyos y fomentan y respaldan, en este caso, la agricultura de la región/país. Esto no te lo cuenta un par de exaltados nacionalistas, sino personas con su formación superior y sus muchos años a la espalda. ¡Ahí es nada! Esto en un país que forma parte del G8, que debería estar en contra de las medidas proteccionistas y a favor del libre mercado. ¡A ver si tomamos ejemplo en mi querida España cañí ahora que nuestro tejido productivo anda tan alicaído!

Por otro lado, hace unos días entro en un restaurante cool de la capital de la región con una sección de delicatessen y me encuentro la botella de 75 centilitros de aceite de oliva francés de la foto a 70 dólares canadienses. ¡Ahí es nada!

¡Ay, ay, ay si las almazaras de mi querida tierra jiennense hubieran tenido hace años un mínimo de sentido empresarial, de marketing y generación de marca! Otro gallo les habría cantado y no estarían, como están ahora, quejándose del precio irrisorio que tiene el aceite y malvendiéndolo a los italianos para que lo embotellen y lo vendan por estos lares, como si fuera producido por ellos, a unos precios de auténtico oro verde.