De cerca, nadie es normal

Where Wizards Stay Up Late: The Origins of the Internet

Posted: May 7th, 2011 | Author: | Filed under: Book Summaries, Internet | Tags: , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , | 2 Comentarios »

Si me preguntaran qué libro debería ser el primero que leyera todo estudiante de telecomunicaciones al inicio de sus estudios, o qué libro recomendaría a un enamorado de Internet no podría ser otro que Where Wizards Stay Up Late: The origins of the Internet de Katie Hafner y Matthew Lyon.

Éste no es el típico y tópico libro de marketing o gestión que te enseña a sacar el mayor beneficio de la Red o a convertirte en un gurú de la misma, sino que simplemente es la historia de una serie de personajes anónimos que con su perseverancia, sus ilusiones, sus ganas de compartir de manera desinteresada y su objetivo de llevar a cabo una innovación sin par en la historia de las telecomunicaciones, desarrollaron desde finales de los años 50 principios de los años 60 toda una serie de investigaciones, progresos y desarrollos que acabarían desembocando en la creación de Internet: el mayor avance en cuanto a las telecomunicaciones de toda la historia de la humanidad y probablemente uno de los principales logros que ha alcanzado el hombre a lo largo de su historia.

Joseph Carl Robnett Licklider, Larry Roberts, Frank Heart, Steve Crocker, Bob Kahn, Len Kleinrock, Vint Cerf, Bob Metcalfe, Tim Berners-Lee, Ray Tomlinson, Bernie Cosell, Will Crowther, Bob Taylor, Douglas Engelbart, Marc Andreessen, Jon Postel, Severo Ornstein y unos cuantos más fueron los padres de este invento que influye, abarca e impacta en todos los ámbitos de nuestra vida.

En este libro, y con todo tipo de detalle, se describe desde el nacimiento de ARPA (Advanced Research Projects Agency), que fue la que inició y financió toda esta sana locura, hasta la aparición del primer navegador (Mosaic) y la creación de la World Wide Web. Simplemente apasionante.

Me quedo con tres ideas claves del libro:

1.- Durante años se creyó a pie juntillas (y me parece que aún hoy en día alguno así lo sigue considerando) que ARPANET, la red que pergeñó ARPA, había sido desarrollada para proteger la seguridad de los Estados Unidos frente a un ataque nuclear. FALSO. El proyecto plasmaba las intenciones más pacíficas del mundo; a saber, conectar mutuamente determinados ordenadores en ciertos laboratorios del país a fin de que los investigadores pudieran compartir recursos informáticos. Ni ARPANET ni su progenie Internet tuvieron nunca nada que ver con cuestiones bélicas.

2.- El objetivo de estos pioneros no era enriquecerse con lo que estaban haciendo. Es más algunos llegaban a renunciar a puestos muy bien remunerados a fin de trabajar en pos de un beneficio común mayor. Al hilo de esto es significativa la reflexión de Jon Postel, responsable de los documentos que servían de especificaciones respecto a las características de la Red y árbitro final en las cuestiones técnicas cuando no se llegaba a un consenso: “Las decisiones que había tomado a lo largo de los años fueron por el bien de la comunidad y, por ende, montar una empresa para beneficiarme de esas actividades habría significado infringir la confianza pública”.

3.- Y por último, un canto a la innovación en el discurso de Frank Heart en la fiesta de celebración del 25º aniversario de la instalación del primer nodo de ARPANET en la UCLA: “El proyecto fue un ejemplo de lo que se puede conseguir rápidamente, con un liderazgo sofisticado realmente fuerte, los recursos adecuados y evitando las muchas trampas burocráticas y administrativas que pueden afectar a tantos proyectos”.

En definitiva uno de los mejores y más enriquecedores libros que he leído.


2 Comments on “Where Wizards Stay Up Late: The Origins of the Internet”

  1. 1 Magdalena said at 9:37 am on May 10th, 2011:

    Con el entusiasmo que has puesto al recomendarnos este libro…no me dejas más opción que ir corriendo a la librería a comprarlo. Gracias por compartirlo.

  2. 2 Domingo said at 9:58 am on May 10th, 2011:

    Muchas gracias, Magda. Sinceramente merece la pena leerlo.