De Myanmar o Birmania

Posted: November 14th, 2010 | Author: Domingo | Filed under: Realpolitik | Tags: Aung San Suu Kyi, Birmania, China, Myanmar | Comments Off

Ayer se hacía eco la prensa escrita de la liberación de Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la paz en 1991, después de ni se sabe cuánto tiempo privada de libertad. Lo de Birmania, a estas alturas del espectáculo, parece de chiste sino fuera por las humillaciones, los horrores y la miseria que han de sufrir sus habitantes.

Hace cuatro años tuvimos la oportunidad de pasar algo más de 15 días en aquel país y fue uno de los viajes más interesantes que hemos hecho.

Myanmar se independizó de Reino Unido en 1948 y ha estado padeciendo el gobierno de dictaduras desde 1962. En septiembre de 2007 tuvieron lugar las protestas más importantes en pro de la libertad de los últimos tiempos respondiendo los militares brutalmente: al menos 31 muertos y 2.100 detenidos.

La última desgracia que sufrió este pueblo fue el azote del ciclón Nargis en mayo de 2008. A su paso dejó 138.000 muertos y desaparecidos y más de 800.000 desplazados. Pero lo más sangrante fue la negativa inicial de la dictadura a la entrada de ayuda internacional.

No obstante y a pesar de todas estas desgracias parece que hay cierto motivo para la esperanza en Myanmar y no precisamente por las elecciones fraudulentas que acaban de tener lugar ni por la liberación de Aung San Suu Kyi: la dictadura birmana se está balcanizando a pasos agigantados debido a la avidez de los generales por hacerse con las riquezas del país.

A comienzos de este año los generales se embarcaron en una privatización masiva de importantes activos estatales vendiéndose éstos a miembros del régimen: jade, tungsteno, minas de oro, teca, recursos hidroeléctricos… Estas prisas por acaparar los recursos han destrozado las alianzas internas del régimen. Puede incluso que las propias elecciones se organizaran teniendo en mente esta división interna: cada facción esperaba asegurar la posesión de sus miembros de los sectores más lucrativos de la economía.

Esta división entre los generales ofrece a los demócratas birmanos una oportunidad. En la estrategia postelectoral se necesitará controlar el arte del compromiso político y conseguir que China acepte el proyecto de reforma. A Beijing le preocupa principalmente su seguridad e intereses económicos en Myanmar, y poco o nada mantener la dictadura de los generales. Por un lado, en el plano económico China ha invertido cantidades ingentes de dinero en el desarrollo de los recursos minerales e hidroeléctricos de Myanmar así como en la construcción de grandes gaseoductos y oleoductos a fin de reducir su dependencia del transporte de dichos productos a través del estrecho de Malaca. Por otro lado, en el plano estratégico China ha levantado diversos puertos en la costa de la bahía de Bengala en los últimos años. Estos puertos son un elemento clave en la estrategia de dicho país de crear una red de bases militares para su creciente flota naval con la intención de ayudar a proteger sus intereses comerciales desde el mar del Sur de China hasta Oriente Medio.

Hasta hace unos pocos años China confiaba en la dictadura para que garantizara sus intereses económicos, pero la incompetencia de los generales para pacificar la creciente insurgencia de los diversos grupos étnicos a lo largo de la extensa frontera común ha deteriorado la confianza de China en ellos. Los violentos conflictos de hace un año llevaron a cientos de miles de personas a buscar refugio en la provincia china de Yunnan, que también vio un fuerte incremento en el tráfico de drogas procedente de Myanmar. China no quiere que esto se vuelva a repetir.

Beijing necesita a Myanmar y le preocupa más la estabilidad futura que la propia situación del país. Aquella facción que pueda garantizar los intereses respecto a la seguridad de China, al mismo tiempo que proporcionar un clima social birmano más estable, se asegurará el apoyo del gran vecino asiático.